Puede parecer pueril ‘atormentarse’ con gustos, filiaciones o rituales casi ajenos. Claro, cuando inciden hasta en los sentidos más simples de tu persona eso cambia.
Mi caso parece ser grave, mi neurosis se encumbra… no soy adepta al pr0n en ninguna de sus variaciones… desde lo más primario hasta lo que pueda tener de ‘rebuscado’.
Alguna época procuré la fotografía sado y bondage de los años 20’s... el blanco-negro y sus matices sepia, grisáceo y azul; las botas y corsés dignos de brujas o de la magna meretrix, los escarmientos, la simulación… , otro el halo, más seco y natural. Tampoco negaré mi afección por algunas litografías necrofílicas, son bellas.
Creo que mucha gente consume y tiene porno en casa y eso está bien para sus gustos pero no encuentro sentido al ver sólo mamadas. Me desespera la lógica risible y también me da sueño.
El problema conmigo es que ODIO sus gustos. Cada vez que miro sus máquinas o entro a su web y veo sus links o a sus ‘amigas’ (suicide girls) ahhhh QUIERO DESCARGARLE UNA PISTOLA. Hijo de puta, la última vez cambió claves con una suicide italiana, igual de pr0n que él.
Y no justificándose, señala: “Reven [otro pr0n canadiense] voltea su monitor o se encierra cuando su novia-esposa está en casa” añadiendo “…el Rugs [un aficionado a l@s she-male] lo hace cuando “lupis” [su esposa] se va a trabajar; debo indicar que ésta tiene programas instalados para ver y seguir todo lo que hace su muñeco en red.
Qué pensaría y sentiría un tipo si ve a su mujer rendir culto a Pornokrates, apilar y apilar durante muchos años su gran apego... saberse y asumirse ‘ser una buena pr0n’, sin problemas y vivir feliz… ¿los hombres se encelan?... les da risa o no les importa?
Mi disgusto no es la foxie en turno, tampoco si se calienta o no.
Mi Har-Mageddon tiene lugar cuando comparo mi cuerpo con las bitches en cuestión, y digo PUTAMADRE, estoy muchísimo más delgada, tengo las tetas más grandes, las piernas bonitas, sigo bajando de peso... qué quiere éste sick-bastard… ¿¿ ???
En humillación comparo mis perforaciones y pienso en mi cabello y a veces, sólo a veces... no sé qué hacer porque la verdad me afecta mucho, más allá de todo. QUIERO MADREARLE, como mínimo acomodarle un buen putazo en la jeta…
Y entonces entre mi frustración y coraje, pienso: … que regresaré al box, que voy a meter peso y que debo llevarle todo lo contrario corporalmente, es decir, que alcanzaré menos de 50 kgs., que se joda sin fornicar mínimo 2 años o que devendré en un freak, en seco y sin tanteadas.
La verdad no sé qué quiere, gusta de mujeres que no rayan, pasan de la gordura, barbies con carita de putas, y sobre todo simples, simples. No veo algo elaborado... será su ''entre más amateur mejor''.
Es cierto, yo gusto de mis ninfas: los míticos hombres-niñas, bellos, andróginos por excelencia que a la vista seducen [desvían] por su misma naturaleza, que son gadgets para mí y para la vista porque engañan todos los sentidos y al corazón.
El gran misterio: dónde encontrar seres a apilar con mezcla ziggystardustiana, de aires trágicos como los del antiguo John Koviak y la mariconería cool de Daniel Ribiat.
Ni cómo regresar en intercambio simbólico sus pinches gustos.
Etiquetas: Artificios
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