6.6.11

Alejandra Podrida,

trastabilló.

No evitó escuchar lo que no le gusta ni siente.

Recordó cuando tenía 15 años y se fue con los tenis rotos y su hermana menor a buscar trabajo porque no había qué comer; regresó con una quincena de $800.00 y pudo hacer muchas cosas buenas y mejores que otros hijos bien cuidados y asistidos.

Le gustó patear culos.

Ya se levantó y como siempre, guerreará.

„Weiß wie Schnee“

Un error en algún sector devoró casi un gigabyte de bellas y rarísimas imágenes que colecté en casi dos años. Entre estas, gozaba de íntegros tratados de anatomía al óleo (ss. XVII y XVIII), tintas japonesas para sistemas nerviosos, lito y fotografías decimonónicas de espaldas sifilíticas, algunos “tératos” y muchas, muchas coloraciones en sepia y ocre con agraciados manchones negros.

Todo se perdió.

Jamás recuperaré tanto horror corporal bello.

Me siento muy mal.

La reparación es parcial, sólo hay imágenes alteradas.

Ahora, frente a la brutal mediocridad; me dedicaré a recopilar de la forma más burda, vulgar y morbosa el color blanco.

Sólo invasores: sólo psóras, maggots y blancos, blanquísimos e inmaculados gusanos.

Lamer,

No necesito ayuda para hablar de música para piano y compositores “modernos”.

Menos, el ser asistida para obtener piezas de arte en donación a un museo, o, que me ceben con cualquier porquería que ostenta serlo, eso es un imposible.

Tampoco necesito dar mis nalgas a un extranjero para cambiar de país y vivir en otro “de ensueño”.

“Pensar” así, es como... cuando ciertos pendejos y pendejas no me creen que leía perfectamente bien a los cinco años de edad, o dudan que recuerdo cuando di mis primeros pasos y mi abuela y el sol me recibían.

Él, ese tipejo, no me cree y no cree en mí.

No cree, el muy güey, que soy capaz de largarme muy lejos sólo para tatuarme o para regresar por un libro.

Y no debo dañarle con mi detrimento.

Por su puta culpa evité fumar opio, no bebí cervezas en un lugar “bien cabrón” y olvidé comprar a los árabes un collar raro. Y, chingadamadre; todavía imaginé a una niñita tomada de mi mano frente a una de las pinturas abstractas que más me gustan y ella me preguntaba qué era eso, y yo, tiernamente, le contestaba: “es un señor” (descuartizado).

Ante el vacío, tengo dos sufragios para reivindicarme.

Adoptar a una criatura de condiciones infames, alguien carente de alguna posibilidad para que la jodida vida le cambie; el más jodido entre los jodidos.

A ese niño, le daré todo mi amor, le enseñaré todo lo que sé, recorrerá el mundo conmigo y sé que será un buen hombre.

Mi privador, él, no sabrá que después de haber vivido muchos años en el lugar que acentuó mi bipolaridad, me mudaré a la ciudad de la perdición sólo para morir como Dios manda; sola y en absoluta ruina.

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14.5.11

Tuve fe en la pureza de las paradojas. Ahora siento asco de toda la mierda que encontré. Irreparable.

4.3.11

Otto Dix - Stilleben im Atelier [1924] 1. Non compos mentis,
pero sí un cuerpo roto.
2. De animæ
Yo toda me debo a la violencia de ser privado de Dios y a su purgación.
Esa, me ha dado de comer, abierto caminos y es la que más sufrí y sufro.
3. ψυχή / Corpus
Lo sutil da dinero y viajes.
Pero…me gusta ofrecer asociaciones y síntomas, y con las excepciones, romper genealogías.
Entre los vivos, me sirvo de artistas contemporáneos; disfruto la fuerza de las intervenciones con máquinas.
Hallo sublime la desmesura de lo irreal y sonrío con la destrucción y su ingenua-impensable reparación a posteriori.
Son mínimas las instalaciones que me gustan… aunque me inclino por hápticas pasivas pero fuertes.
4. Bipolaridad
Estos días interpretaron “mi” violencia muy literal.
Ahora, no sé qué hacer con 8 cajas de cristal que contienen antebrazos humanos en plástico (yo propuse unas vaginas-entierros corrugados), y, rotundamente, me niego a participar con restos de animales disecados.
"Al público lo que pide" ¿ ?
No, que se joda.

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11.12.10

allanamiento

Joder, ya me harté de “la gente”; de toda.

Nunca la he tolerado; tolerar implica rebajarse o no hablar entre iguales.

Ni qué sugerir sobre vulgaridades como “admirar a Dalí”.

Pobres imbéciles, quién podría “admirar” a un zalamero de Franco y su triste retrato a la nieta para poder regresar sin problemas.

Mis tenis-zapatos para los muertos

Sé que tengo los pies bien puestos sobre la tierra y que por eso estoy jodida, pero no tanto.

No lamento haber dicho a alguien que me importaba una cagada su puesto ni lo que representaba su persona “en el ámbito académico de Nueva York” y aunque se me advirtió “un empiezo” o “un auto-cerrarme las puertas”, no me importó.

instante de un diario [1945]

Choco mucho con mujeres de 30 a 40 años, sólo con las enérgicas o con las señoras de 50 en adelante hay rápida empatía. No sé porqué me pasa eso.

Me fugaba cuando mi "amiga" "budista" me daba estúpidos e inútiles consejos mientras su novio se dopaba dos días seguidos con cocaína. Nunca le dije que la engañaba con otra putilla, porque no me importa.

No es mi culpa haber estudiado o saber más. Eso molesta a la gente… claro, a la gente pendeja.

Es como… esos museillos que se jactan de ser “vanguardistas” por exponer piezas de gays o de mujeres que fueron golpeadas, qué letargo. Lo mismo sucede cuando los anodinos “artistas” opinan, sería más decoroso que se dedicaran a “crear” y que no abrieran la boca porque la cagan eternamente.

... ruiseñor

Estoy en un proceso muy raro, redefiniendo sentimientos y razones, y desgraciadamente, llego a la misma mierda.

No puedo ni quisiera convertirme en una pareja “yuppie” que se siente pro y está drogándose todo el puto día.

Me gustan mucho mis zapatos pero no mi cuerpo, y en verdad, lamento mucho un exceso de cortisona.

Es bueno saber que a algunos tristes “triumphers” puedo ponerles el pie y taparles camino, sea por simple gusto, sea nada más por chingar.

Ignoro si mis estructuras y marcos de vida están desmoronándose pero sé lo que quiero evitar.

Quizás lo más sano sería comer mierda o dedicarme a algo intensamente mundano.

Fétida madera

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11.9.10

Bubu Súper 8, por siempre mi amor

Bubu llegó a nuestras vidas ocho años atrás y hace un mes que "partió".

La primera vez que la vi, vagaba sobre la calle buscando comida. Y aún no me explico, cómo pudo alguien perderse de tanto amor, alegría, lealtad y bondad. Ella era la luz de mi casa y mi solecito, no me faltaba algo teniéndole cerca.

Todos los días cantaba y alegraba mi vida, y, me recibía como ninguno de mis otros cuatro perros.

Bubu y Yo

Bubu era mi compañera, mi amiga y mi cómplice y su recámara también era mía, igual que las lunas con los soles en los que me acompañaba cada vez que escribía, no importándole si nos alcanzaban otros.

...un Domingo

Me consta, que no he visto correr con esas cabriolas a ningún otro perro como ella lo hacía, por eso siempre será mi Súper 8, y puedo asegurar, que no conozco perro que disfrutara tanto escuchar a Brahms, a Beethoven, a Mozart y a Rachmaninov, ni que baile con Aretha Franklin como ella lo hizo.

Cuánto vacío para conquistar el dormir, el reposar, jugar y vivir cada día conmigo.

Sé que le dimos todo el amor, los cuidados, atención y cariño que pudimos pero eso nunca es suficiente.

He pensado qué me faltó darle y no tengo respuesta.

Bambúche jugando con cabeza de Miss Peggy

Es sólo que no quise despedirme de ella porque me es ilógica su ausencia, ni tengo las palabras para medirla y aunque deseo no llorarle cada día, me es inevitable. Creo que nunca podré dejar de llorarle, como tampoco recordar que ya no debo buscar su danonino en el refrigerador, ni sobresaltarme en la madrugada para traerla del sillón y llevarla a sus dos camas.

Bubu + Alilla

Sé que mi psicopompo me ve, que entra y sale de este mundo y que habrá algún día en que me guiará otra vez, para siempre.

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