Aquí fisgonea gente corre-ve-y-dile, en su mayoría, zaguaneras que viven cerca de Mixcoac, Azcapotzalco, Tlalpan, Tlalnepantla, Guadalajara, un anfiteatro universitario de LA y también en Berlín… serán como esos que me buscan después de 15 años vía facebook.

Joder, de qué carajos podríamos hablar.

De qué, fuera de toda falsedad, pose y mala ortografía.

Oh Dios!

Mi vida es una MIERDA:

No soy triumpher, no tengo hijos –de hecho, los niños, me dan ASCO: huelen mal, son sucios, hoscos y casi vertebrados-, nadie me mantiene, no quiero matrimonio, no conduzco camioneta comprada por papi o marido, no uso abrevaderos para degustar café, no soy bonita y tampoco sé fotografiar.

Soy tan baja que sólo puedo hablar una lengua y la escribo mal.

Soy una triste mujer ignorante y frívola; menos que cero, colmo a la pena ajena y me gusta chupar dedos.

Mi cabello está teñido con colores ajenos a mis rasgos, hablo sólo pendejadas y me comporto como tal.

Sí, por eso soy feliz!

Y al igual que TODA la gente, creo que no existen virus “específicos” para O.S.(s); es más; nunca supe hacer un virus “casero”, nunca abrí máquinas ni apagué ajenas por control remoto, tampoco supe lo mínimo para crackear ni qué era un exploit; impensable qué escribir para hackear un server del gobierno. No estoy en Sedena y a esta página nunca entró gobernación.

Bolívar Echeverría caminaba templado, parecía que nunca corría, como si pensara sus pasos.

Hablaba tranquilamente pero con un dejo triste al final.

Abrigaba las palabras justas para cada momento y sabía respetar o hacer agradables los silencios.

Tenía un ángel muy raro, de esos que casi no se ven.

Al filósofo y al emérito, lo mantendré como un hombre sencillo y un intelectual genuino.

Quienes tomamos clases con él, sabemos que su enseñanza, su escritura y su persona; traspasarán lo estrictamente académico.

Cuánta falta hace a la UNAM gente como él, quien sí producía investigación y educaba formando a mejores personas.

Se le extraña mucho, ya.