“Acumulación”

Anoche tuve mi primer ataque de ansiedad, no sé cómo describirlo… ni dopada me habían dado. Sólo pasó y ya.

Se juntaron en un todo fragmentos de imágenes, palabras, colores, sentimientos, sonidos, jetas, mis 5 perros, una camisa negra y una uña rota de mi pie que ya me molesta pero que no decido cortar…que se quede ahí para joderme más.

Quise descolgar el teléfono y llamarle pero no tuve fe. Se impuso una férrea taquicardia, sentí cómo se cerró mi garganta y el aire que respiraba apenas era y al tiempo consideras-haces “incoherencias” como jugar con los “bang bang”, raparte, […] colapso a manera de aspirar una línea de algo que no existe, correr lo más rápido ‘posible’, agua fría…

Y muchas veces la ventana.

Distinguí tres momentos, el más álgido fue muy rápido pero también el más fuerte porque sentía que dejaba de ser para dar lugar a un arrebato; luego para bajarlo comencé a armar líneas de cosas física y mentalmente y cuando figuraban una forma la rompía para armar otra… así pasaron creo que dos horas.

Y el “todo” fue bajando de intensidad para volverse algo raro que no distingo, vulgarmente “parecido” a la tristeza pero que no lo es.

Estos días nada me quita ni cambia el “ánimo”. Tengo una resaca “emocional” que no ato ni desato.

No me sirven las “terapias” porque es engañarme… tampoco cualquier “asistencia”. Hay días de tristeza estacionaria que se mezcla con un tipo de misantropía estática muy muy larga… sin referentes “inmediatos” ni fijos.

No encuentro algo que me mueva ni que sea tan 'sublime' como para asignarle atención… ello incluye todos mis “gadgets” anímico-físicos y… también a la mayoría de la “gente”.

Sin pulsión… ni me da la gana tenerla.

Y aún cuando inevitablemente todo me devolverá siempre a ti, estoy cierta que ves a Dios y le agradezco profundamente porque paró tu dolorosa agonía y porque ya descansas.

Crescencio, Abuelo; no existe una sola palabra ni forma que pueda expresar en todas las dimensiones el grandioso ser humano que fuiste, ni algo que semeje el profundísimo amor que siempre existirá entre nosotros.

Comprendí el “imposible” gesto “final”. Me lo guardo y lo mantengo.

Tu nobleza traspasó cualquier sentido.

Gracias Mi Amor, por todo

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"Yo tuve una llaga en la espalda, honda, de tres dedos, que se me hizo llevando la Cruz; esta me ha sido de mayor pena y dolor que todas otras; la cual consideran poco todos los hombres por no serles conocida: pero tú tenla en veneración y sabe que cualquier gracia que me pidas en su virtud, te la concederé.

Y a todos los que por ella me honraren, les perdonaré sus pecados cotidianos, de los mortales no me acordaré más, y conseguirán mi gracia y Misericordia."

Jesucristo, mansísimo Cordero de Dios. Yo, pobre pecadora, saludo y reverencio tu Santísima llaga, que padeciste en la espalda llevando tu pesada Cruz, con que por causa de los tres huesos que de ella salían sentías grandísimo dolor sobre todos los otros de tu Santísimo Cuerpo.

Adórote, dolorido Señor mío, reverénciote y glorifícote con lo íntimo de mi corazón y doíte gracias por aquella santísima, muy profunda y dolorosa Llaga de tu Espalda.

Suplícote humildemente por aquel duro peso de la Cruz, que tengas misericordia de él, mi Abuelo y le perdones todos sus pecados, tanto veniales como mortales y le acompañes en el camino de la Cruz por las sangrientas pisadas tuyas a la bienaventuranza eterna, por los siglos de los siglos.

¡Oh santísima Cruz!

¡Oh inocente y glorioso Cordero!

¡Oh pena grave y cruel!

¡Oh pobreza de Cristo Redentor!

¡Oh llagas muy lastimadas!

¡Oh sangre de Cristo derramada!

¡Oh muerte de Cristo amarga!

¡Oh dignidad de Dios digna de ser reverenciada!

Ayúdale Señor para alcanzar la vida eterna.

Alabada sea la Santísima Llaga de la Espalda de Nuestro Señor Jesucristo.

Amén.

[“Por tanto, en verdad recordó el mal que hizo”, ¿1784 – 1805?]

I.

Detesto a la gente que hace casi lo imposible por obtener el cuerpo “perfecto”. También los “gimnasios” donde además de esa música asquerosa, pululan los mamotrones y los cerebros en las nalgas.

Casi toda mi vida nadé hasta que opté por el camino de las drogas duras. Por azares enfermé y mi metabolismo fue alterado brutalmente, nunca recuperé el peso perdido.

Intenté yoga, sumergirme en el azul otra vez pero generalmente nada me satisfizo.

Hace dos años comencé a boxear, las razones: simple lógica, hay que saber golpear y es el esfuerzo más completo. Sin embargo, nunca alcancé los soñados 45 kilos… lo más que obtuve fueron 50.

Hasta hoy mantengo una mediocre talla 5 y aspiro a algo distinto, “difícil” de explicar porque el medio es corporal pero lo irrealizable es emocional.

No busco ni pretendo “físico”, menos para exhibirle vulgarmente; eso ya lo hacen otros y a mi me da sopor.

Yo, quisiera prescindir de toda masa corporal pero no de los músculos.

Llegar al fondo para dejar de ser.

Porque el cuerpo, debe ser cuerpo para transgredirle.

No para chingaderas.

II.

Sería portentoso un doctorado donde la historia pudiera explicar el nacimiento, deglución y asimilación en los sentidos ajenos sobre el suicidio o la androginia.

[...]

Hoy recordé una mutilada y no dable conjunción de las Iluminaciones de Walter Benjamin en Taurus y otros dos textos de Eliade en la colección Orientalia de Paidós. Nonata reedición.

Ahí tampoco lleno vacíos.

III.

[“Lock me up.

Lock me up.

Rot and assimilate.

So hot to annihilate”]