Exhibitĭōnis: Ser chilena de tetas regulares y vientre grande con la revancha de un buen culo, además de ahorrar poco más de 6 lugares y su “equivalente” en horas sobre la fila de un Bancomer, implicó; sonrisas estúpidas, mi gastritis, dolor vesicular, hambre y sueño. Ser novia española; celebración con una gran comida familiar. Ser la enfermera mexicana de un marica en hospital por 6 días; recluso agradecimiento, un “pinche estúpida” paterno y líneas en alemán sobre su “sentida” ausencia; nada por la mía. Furĭa: Hice una hora con diecisiete minutos. Caminé desde La Bombilla hasta Parque México. Quise correr pero no pude. Llovía mucho. Cruzaba calles, avenidas, glorietas…, nunca fijándome en automóviles, ni en sentidos, ni semáforos. Calculaba luz verde para las máquinas y cruzaba. Sí, buscaba lo que, como otras veces; no pasó. Labĭlis: Después de muchísimo tiempo: ingerí mierda, litros de café y 2 cajetillas de cigarros. Vómito y expectante ruptura de aquella brutalidad. Mediocrĭtas: Imaginé qué hubiera sido de mí si no me hubiera negado lugares y gente. Quiero pérdida, lejos y sola. Frigĭdus/a/um: En efecto, más tarde que nunca comprendí que eres peor de lo que alguna vez imaginé y que en absoluto, quiero “vivir” contigo. Vete a la mierda. Tú y tu pinche familia.