διάρροια (diarrhoea) o De cinco ensueños.
Pre-texto, Depresión.
Exhíbase.
Cáguela como yo.
No profese zalamerías, no se arrastre, ni chupe testis.
Nadie vale la pena.
Manifieste lo que su “sano juicio” considera correcto.
Rompa con los ávidos y con los envidiosos.
Vista mendicidad.
Ya no se lamente ni torture por la vida que dejó pasar para atender y velar por gente que le pateó el culo.
… siga ocultando a todos los esnobistas que arrinconó un doctorado en el extranjero.
No imagine el punto más alto de algún cementerio parisino para apreciar la traza citadina del constructor alemán.
Olvide anulaciones ajenas para perderse cabalmente por Ámsterdam.
Usted, como los demás: tampoco vale la pena.
0.
Años atrás, trabajé para "E" a quien nunca conocí físicamente.
Tenía más de siete años desaparecida: sufría mutaciones en su presión arterial por cambios de altura… …
En 6 meses, realicé el trabajo que en dos años evadieron 4 tipejos con pago.
Ella cobraba sesenta y cuatro mil pesos quincenales y publicaba investigación que nunca ejecutó.
3.
Por alguna extraña y ajena razón, siempre recibo imágenes a trabajar de mujeres algo peculiares.
Todas son cadáveres o restos de, otras son putas; poco más, algunas traidoras y escasas pero bellas matricidas.
![D [DH]](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIgR0GqPW8eWXH1Tg7CMg-kTsP6DPZBMyrZ2jaadkLGV0S5yxnuxyefFOGz7jXIDmVWD_rFSRzb1kWtm1BmchHRAb2okwTtx-oj2QB_ZRkj9UmfSD17Uc03FAxraLdS6nk5pLkSQ/s400/la-mia-carogne.jpg)
1.
Tuve en mis manos una preciosa y tristísima acuarela con una litografía de salvaje sentido y monstruosa biomorfosis; éstas pueden argumentarse y sostenerse… pero, los residuos de aquella mujer que me atrapó hace 20 años nuevamente hicieron estragos.
A Juan Carlos le mentí.
No pude tocar el cuadro que le totaliza, aún cuando se me pedía ayuda para cargarlo.
Sólo pude, antes que otros, mirarle mucho, mucho tiempo.
Hoy, tiene una década con dos marcos “nuevos” pero sigue siendo la misma.
Otra vez, me golpeó el estómago, la respiración y el ánimo; mucho peor que la primera vez.
Sentí muchas ganas de llorar.
También mucho miedo.
Pensé que le había “culminado”.
Y, no es problema “metafísico”, tampoco ínsipido romanticismo; por más que intento darme coherencia, me vence.
4.
Los gringos saben la miseria que cargan, por eso condicionan lo que ha de mostrarse en sus museos, galerías e instituciones; sin embargo, eso goza de solución.
Seguid el ejemplo de Francisco Villa: 2 o 3 piezas insolentes de plástica mexicana y bajan las manos.
2.
Los devotos e incondicionales discípulos de "E" posaron su vista en mí... deseo creer que ignoran aquel semestre.
Hoy, sí veo hechos concretos.
Reconocen mi trabajo, mis esfuerzos y me aconsejan.
Me llevan de la mano y nos sentamos sobre el piso para leer manchones, rasguños, errores y atentados.
Estoy aprendiéndoles mucho.
Me siento bien pero no espero ni busco más de lo convenido.

5.
Yo, Alilla.
Nunca apostada ni favorecida por alguien; semper rotten, no siendo hija de y sin llegar a “clase” “media”: tuve una grave y educada epifanía.
Me vi en invierno caminando de su mano por el paseo del algodón.
También vi una entrada-salida marcada con un chorreante trapo rojo (referido por otra soñante).
Siempre explicando a 'la crítica neoyorquina' con improperios físico-verbales encima de una mesa y mostrando mis calzones, por qué estamos ahí.
Etiquetas: [Τραuμα (gr.) “Herida”/ hoy... con otra acepción], Artificios, De "H" y "h" o lo que no puedo explicar, De Contemptvs Mvndi, Estercolero, In memoriam