17.11.07

No puedo dejar de pensar en aquella mujer que fue arrebatada de la mano de su pequeñísima hija 15 metros, en su cabeza completamente destrozada y en aquel hijo de puta que ensayó fugarse.

No perdono la inusual presencia policíaca que le evitó una soberbia madriza.

Putos bastones de coche, para pura mierda valen.

Debía atenderse a la abuela y a la niña porque quedaron muy mal.

Y la sangre de la muerta, sólo corría.

Pinche gente mierda. No debería existir.

Pinche Dios pendejo, siempre la caga.

Etiquetas: