Yo.

A la par de aquella canción pretens/c/iosa, apenas peso 50 y 'algo' kilogramos; en vano he hecho ejercicio para bajar a 40, es obvio, a mis 31 años y con mi 1.63 de estatura, es más que un imposible.

Incompetencia de mi carne para aferrarse a los huesos.

Yo, no “puedo” ser una pornstar, menos una “preciosísima” suicide girl. No aspiro a ello ni me lo permito, rechazo cualquier emulación facilona y chocarrera. Quizás por eso soy una putilla latente, no una puta patente.

En revancha, tengo una dulce “cara de puto”, otras más de "bruja"... buenas piernas y manos dignas para un auténtico esqueleto. Golpeo duro y no tanteo. Jabbeaba bonito y puedo knockear.

No pretendo adornar mi jeta con brillitos y colores pendejos, menos “resaltar” bellezas inexistentes.

Mis perforaciones son de buen calibre y están donde deben, donde duele bien; por eso las pago y las seguiré pagando.

Esta noche, tuve fricción asistida.

Una vez más, me comparé corporalmente con ramerillas postizas que ensayan la perdición, escuchan música mierda y en general, son “personas” demasiado ignorantes.

Además del estúpido aggiornamiento espiritual para la inexacta definición del “ego”, es un exceso de cordura y soberbia petición, el que exista gente con un poco de cerebro.

Yo quería escribir mis dudas sobre 3 Tratados que comprendían entre otras cosas, el Método de Olimpo (prácticas grecorromanas y permanencias medievales para la castidad, la masturbación y obligaciones-culpabilidades para los fluidos corporales)… pero a más de su doble anulación (oral y escrita), une autre fois, valió madre(s).